miércoles, 29 de julio de 2009

Los seguros, a las aseguradoras (y Zapatero, a... 8-)

En el post anterior he llamado "seguro anti-despido" a la indemnización por despido. Los empresarios dicen que es un freno a la contratación y, sobre todo, a la conversión de temporales en indefinidos. Pero yo no estoy tan seguro:
  • si un trabajador es rentable, le haces indefinido para que esté tranquilo (la legislación ya le proporciona el seguro anti-despido) y realmente te da igual el coste del despido porque lo que te preocupa hoy es que se pueda ir a otra empresa, después de lo que te ha costado su selección, integración, formación, etc.
  • si un trabajador es bueno, pero cualquiera que cojas de la calle en poco tiempo rinde lo mismo, le mantienes en temporal.
Es decir, al final es un problema del modelo productivo: muchos puestos con coste de sustitución bajo. 8-(

Esto se debe resolver a medio-largo plazo; a corto plazo, se podría intentar derribar esa supuesta barrera a la creación de empleo mediante la creación de un seguro como tal.

Es decir, que las aseguradoras ofrezcan un nuevo producto: el Seguro de Indemnización Para Empresas (SIPE). Ahora hay seguros parecidos, pero los contrata el asalariado por su cuenta. En la versión de empresas, la aseguradora se compromete a pagar las indemnizaciones de aquellos empleados que, desgraciadamente, ya no pueden continuar en la empresa.

Todos ganan (creo):
  • las empresas tendrían un bajo coste regular (la cuota mensual/trimestral del seguro), en lugar de un alto coste irregular (la indemnización "a toca-teja", además justo en el peor momento de liquidez).
  • los empleados tienen la tranquilidad de que hay indemnización por despido y, sobre todo, que la van a poder cobrar, porque el pagador no es la empresa que está mal y por eso te despide, sino un tercero (la aseguradora).
  • las aseguradoras encuentran una nueva línea de negocio, muy prometedora (bueno, ahora precisamente no). Lo primero será analizar una a una las empresas para negociar la cuota adecuada a cada una, así como las políticas de bonus-malus (una empresa que despide "alegremente" verá incrementada su cuota, mientras que una muy estable la verá reducirse). Y por las reglas del mercado, la competencia entre aseguradoras beneficiará a las empresas.
  • el gobierno aportaría su granito de arena favoreciendo la fiscalidad de este tipo de seguros, para reducir el impacto en los costes. Y como ocurre con los coches, debería crear un consorcio de compensación de seguros SIPE que, como último recurso, pudiera cubrir a cualquiera (con motivo muy justificado, eso sí).
En un extremo, el seguro podría ser flexible:
  • ampliar. ¿Por qué pararse en 40 días? Ahora necesito captar talento y les ofreceré 50; veamos la cuota que me sale.
  • reducir, pasándolo al sueldo del empleado. Es decir, te subo el sueldo pero que sepas que no tendrás indemnización si te echo mañana. Seguro que a los jóvenes les interesa, porque pasarán por varios empleos antes de "acertar" y todavía no tienen cargas (hipoteca, hijos). O gente que no aspira a quedarse toda la vida en esa empresa, y tiene pensado "largarse" en un tiempo.
Seguramente esto eliminaría los contratos fijos/temporales, quedando únicamente contratos con indemnización asegurada variable.

Seguro que esto ya se le ha ocurrido a alguien antes; ¿por qué no lo estamos haciendo ya?

2 comentarios:

  1. Hola, Fabián.

    Me ha parecido muy interesante la propuesta.

    Quizás podría estar en línea o tener cierto paralelismo con el denominado "sistema austríaco", no sé si ya lo has comentado en tu blog, pero sería interesante que nos ilustrases sobre él...

    Un saludo
    Pablo Rodríguez

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  2. Si, creo que el modelo austriaco lo han "plagiado" del danés; precisamente porque funciona. 8-)

    Lo miro y os cuento.

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