viernes, 31 de julio de 2009

Indemnizar or not indemnizar, that's the question

Las cartas sobre la mesa:
  • para los sindicatos, la indeminización por despido tiene una función disuasoria: si despedir tiene un coste, el empresario se lo pensará dos veces. Me da igual que la empresa ya no los pueda mantener: ¡que se jo.a!
  • para los empresarios, es una bomba de relojería: contrato gente hoy porque los necesito hoy, pero ¿qué pasará dentro de 5, 10, 15 años? ¿Tendré más negocio o menos? ¿Aparecerán nuevas tecnologías? ¿Serán los mismos procesos o diferentes? En general, ¿podré dar trabajo a todos los empleados todo el tiempo?
Un ejemplo muy extremo: un club de fútbol profesional. Contratas futbolistas alrededor de los 20 años, y ya no te sirven cuando pasan la treintena. Algunos se podrán formar para ser entrenador, pero no hay sitio para todos.

Un ejemplo más cercano: una empresa de animación, que organiza campamentos, cumpleaños, etc. Tienes muchos monitores (trato directo con niños) y unos pocos coordinadores. Algunos monitores se podrán formar para ser coordinadores, pero no hay sitio para todos. Y un monitor de 40-50 años es complicado verle con un grupo de niños de 6 años.

¿Qué opciones tiene el presidente del club y el de la empresa de animación? Les dará trabajo durante unos años, pero luego no tiene sentido que sigan. No tiene sentido que sigan... en esos puestos, pero en la sociedad hay muchísimos otros donde serán muy válidos.

En estos casos y en muchos otros, la indemnización por despido hay que verla como: "lo siento, no puedes seguir con nosotros, pero aquí tienes un dinerillo para empezar de nuevo". Es decir, una oportunidad para el trabajador, más que un castigo al empresario.

Y no debería desaparecer, porque es un drama humano para una familia con varios hijos. El padre/madre no ha quedado inválido, pero necesita una tranquilidad para encontrar otra cosa.

Aunque la realidad es que, después de 10-20-30 años en una empresa, al trabajador le costará empezar de nuevo; pero también es realidad que después de 10-20-30 años, una empresa es muy diferente y, salvo una política de formación perfecta, sobran unos determinados perfiles y faltan otros nuevos.

Y la realidad es tozuda. 8-(

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